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En la era digital, los ataques cibernéticos dejaron de ser un tema exclusivo del área de TI para convertirse en una prioridad global.
La sofisticación de los ataques, el auge de los deepfakes y el uso malicioso de la inteligencia artificial están redefiniendo las reglas del juego.
Así lo explicó Andrew Newell (en la foto), Chief Scientific Officer de iProov, en una conversación reveladora sobre el panorama actual de las amenazas digitales… y cómo enfrentarlas.
Los ataques cibernéticos ya no tienen fronteras
Newell arrancó con una frase categórica: los ciberataques se han globalizado.
Una persona puede construir una herramienta maliciosa, venderla online y que alguien más la ejecute en otro continente. Así de rápido se mueven los ataques cibernéticos.
Hoy los ataques se diseñan, compran y despliegan como si fueran productos de consumo masivo. Y su naturaleza, varía según la región.
En algunos lugares se buscan beneficios rápidos, mientras que en otros los cibercriminales invierten tiempo en entender los sistemas, perfeccionar técnicas y lanzar ofensivas elaboradas.
¿Y Latinoamérica?
La región es una de las más atacadas, aseguró. ¿Por qué?
Porque combina dos ingredientes explosivos: alta adopción de tecnologías como biometría y altos niveles de ataques.
Esa mezcla la convierte en un mercado activo y desafiante, ideal para testear nuevas estrategias, tanto ofensivas como defensivas.
No hay una “bala de plata”
No existe una solución definitiva que detenga todos los ataques, enfatizó Newell.
Incluso las estrategias más avanzadas pueden ser vulneradas. Lo hemos visto, por ejemplo, con los deepfakes.
Lo importante no es confiar ciegamente en una técnica, sino crear un marco adaptable, capaz de responder en tiempo real a amenazas en constante evolución.
IA + humanos: fórmula ganadora
Sí, la inteligencia artificial es parte de la solución, pero no lo es todo.
Puedes usar IA para combatir IA, pero sin supervisión humana, estás perdido. Detrás de cada ataque hay una mente humana. Y del lado defensivo, también debe haber una.
En iProov, se trabajan algoritmos listos para activarse ante amenazas, pero lo que realmente marca la diferencia es el equipo que los ajusta, los evalúa y los mejora continuamente.
No se trata solo de tener herramientas para detener los ataques cibernéticos, sino de saber usarlas bien y rápido.
Tecnología con propósito
Newell dejó claro que la tecnología debe estar al servicio de un objetivo real y benéfico.
Siempre he creído que no se trata de usar tecnología por moda. Tiene que hacerte la vida más fácil, resolver un problema, liberar tiempo, generar ideas. Si no lo logra, no vale la pena.
El lado humano de un científico
La charla con la prensa especializada regional cerró con algunas preguntas personales que revelaron su faceta más cercana.
Aún prefiere los libros físicos sobre el Kindle, toma café en la mañana y té en la tarde.
Y si pudiera dominar una habilidad de inmediato, elegiría controlar el tiempo. Es el último gran misterio, dijo sonriendo.