Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
Cuando se refiere a la estrategia facilista de complicar las cosas, muchas veces se encuentran innumerables artículos donde se aborda la transformación digital de manera satelital y segregada en temas como talento humano, marketing, productos y ventas entre otros, los cuales no permiten un apropiamiento real con un enfoque integral que exija un verdadero cambio en la vida de las personas.
La transformación digital persigue metas tan altas y ambiciosas que requieren de manera muy crítica un entendimiento idóneo en cada escenario a aplicar, por lo tanto, una de las maneras más fáciles de entender el tema es mediante una analogía enfocada a nosotros mismos como personas en nuestro ser integral y capaces de lograr todo tipo de sinergias:
- El Espíritu es a la transformación como el Alma es a la Cultura y la Mente es a la innovación como el Cuerpo es a lo digital.
- El Espíritu es el soplo de vida del ser y la esencia que permiten transformar las organizaciones orientadas hacia la continuidad de seguir vigentes en la industria.
- El Alma es el asiento de los sentimientos que busca desesperadamente su salvación, así mismo una empresa u organización busca a la cultura como su eje principal de transformación digital que le permita permanecer firme y desafiante en su nicho de mercado.
- La Mente permite mantener el enfoque para dar soluciones continuas, así mismo, para cualquier organización la innovación los habilita a ser capaces de ampliar las metas de la transformación.
- El Cuerpo es el medio que determina los movimientos rápidos o lentos, al igual que una empresa busca lograr una robustez digital corporal para ser más veloces hacia el posicionamiento y la captación de nuevos mercados.
- El elemento clave para empezar una transformación digital está en alcanzar la armonía entre el Espíritu (Esencia de Transformación) y el Alma (Cultura) pero para ello el alma debe someterse al espíritu. El primer fruto de esta armonía se llama Estrategia Digital enfocada hacia nuevos modelos de negocios que tengan una clara propuesta de valor.
Cuando el proceso de transformación digital fracasa por no contar con una estrategia digital definida, las organizaciones caen en la esclavitud de únicamente perseguir mejoras continuas, entendiendo que esta esclavitud es la tragedia del alma que quiere gobernarse a sí misma. El alma está hecha para servir no para gobernar y el objetivo de ella debe ser cumplir el propósito más alto del tipo de transformación digital que se requiere.
Buscando la armonía
Con la estrategia digital definida (armonía entre Espíritu y Alma) la mente (Innovación) y el cuerpo (digital), es posible conocer hacia dónde se va y cómo medir el progreso. Si los indicadores se mueven en la dirección incorrecta, pueden tomar medidas para establecerlos en el camino correcto.
Para hacerle zoom a esa estrategia digital en las empresas y lograr establecerla, es importante revisar internamente temas como comprensión del estado real de digitalización, definir los procesos y metas digitalizables, identificar a los inter emprendedores, definir que plataformas de Inteligencia Artificial y/o Big Data utilizar, identificar la experiencia de cliente, examinar drivers tecnológicos, reconocer el miedo de los empleados a ser sustituidos, llevar a cabo formaciones en el uso de nuevas tecnologías, identificar la capacidad para adoptar metodologías de trabajo ágiles, entre otros.
Los ganadores de hoy ya no son las empresas que tienen más años e historia con muchos pisos construidos con cemento, sino aquellas que tienen el coraje y cuentan con la sinergia interna activa de cuerpo, alma, mente y espíritu construyendo plataformas digitales con innovación, entendiendo al coraje, como la balanza entre la valentía y vulnerabilidad del ser y de las organizaciones.
Finalmente, las empresas que deciden iniciar una transformación digital, están dispuestas a trascender e ir más allá, contrario a aquellas que renuncian a su cambio y están condenadas a simplemente “encajar” en el mercado en tiempos cada vez más cortos de vida que a lo mucho únicamente les permitirá evaluar y adaptarse.