Está comprobado que un buen líder debe ser estratégico y formar a otros, buscando que la empresa obtenga más contactos de valor para llevar su crecimiento a una realidad.
Sin embargo, algunos se quedan cortos, porque no pueden soltarse de muchas cosas logísticas y le dedican poco tiempo a la planeación, o al contrario, se la pasan planeando.
Y ejecutan pocas acciones, cualquiera de las situaciones en exceso, si se identifican, hay que corregirlas, buscando un equilibrio.
¿Cómo es un buen líder?
En este sentido, para iniciar, podemos definir que los líderes, según su enfoque, pueden obrar de distintas formas, así:
Carismáticos. Este tipo de líder es admirado y no tiene que obligar a nadie a hacer su labor. Todos quieren agradarle y por eso trabajan con entusiasmo para ofrecer los mejores resultados.
Inteligente. Tremendamente competitivos, con mucha determinación, capaces de hacer cosas espectaculares. Requieren a su lado personas comprometidas y fieles, que les sigan en sus pensamientos.
Emprendedores. Este es un tipo de líder es efectivo en grupos pequeños, con los cuales se puede desarrollar una confianza total. Es capaz de hacer crecer los grupos a partir de ideas innovadoras.
Proactivos. Mantiene el grupo unido, es capaz de generar cohesión de personas muy diversas, y se comporta de forma conveniente en aras de afirmar la seguridad del grupo.
Autocrático. Se basa totalmente en la sustentación de su poder. Tiene adeptos que responden a un “temor” más que a un deseo de aporte voluntario. Les gusta tener todo bajo su control.
Burocrático. Pareciera que lleva un manual de procedimientos bajo el brazo todo el tiempo. Es inflexible con salirse una línea del mapa de ruta y su empatía es casi nula.
Después de dar un vistazo a estos tipos de liderazgo, no sobra afirmar que en todas las empresas hay de todos los tipos, y que seguramente ya se ha identificado con alguno de ellos.
Sea cual fuere, es aconsejable modelar su liderazgo, buscando generar confianza y delegar con tranquilidad.
Recuerde que no se puede controlar todo, es prácticamente imposible, y para crecer como empresa, es necesario que tenga el valor de motivar a su equipo de trabajo.
Así mismo, verlos como seres humanos, aceptarlos como son y brindarles espacio, todo esto le entregará los mejores resultados a su empresa o negocio.
Finalmente, el punto clave en todo esto será, que como líder genere una estructura de trabajo que inspire, capacite, reconozca y después, evalúe proactivamente.
Muchos éxitos emprendedores, ¡adelante!
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