Las primeras ideas para administrar una empresa tienen su origen hace más o menos 4.000 años A.C.
Donde sumerios, egipcios, chinos, babilonios, hebreos, griegos y persas, sentaron las bases de lo que hoy es una profesión con un amplio espectro en lo público y lo privado.
No obstante, administrar lejos de lo que muchos gurús puedan pensar, las empresas están hechas por personas y allí está la esencia de un buen administrador, no solo en su habilidad para planificar, delegar, hacer, orientar y solucionar problemas, sino en su capacidad para motivar a su equipo y hacerlos entender la importancia de realizar un trabajo con responsabilidad y compromiso. En este orden, les entregamos a continuación diez claves, que pueden potenciar sus habilidades:
1. Conozca el carácter y/o personalidad de sus empleados. Cada persona percibe las cosas de maneras totalmente distintas. Nunca habrá dos personas con la misma percepción. Oriente los procesos entendiendo las limitaciones y busque el crecimiento de cada miembro de su equipo, aportándole también oportunidades de preparación.
2. Las relaciones se construyen con confianza, si usted se gana la confianza de sus empleados, los respeta y los valida en su quehacer diario, será más sencillo interpelarles ante una eventual falla y brindarles oportunidades para superar sus limitaciones. Al final, lo apreciarán más por su calidad humana que por sus increíbles conocimientos.
3. El tiempo pasa y cambia, y las personas también. Alguien que sea hoy miembro de su equipo, puede llegar mañana a ser su cliente. Procure dejar siempre la mejor impresión. Los comentarios sobre su empresa son muy importantes afuera. Una buena reputación vale más que el oro puro.
4. Planifique, ordene y delegue. Nada mejor que un jefe con una visión clara frente a cada situación, no necesita saberlo todo, pero si tener una meta. Nada más complejo que una empresa dirigida por personas que no saben para dónde van. Si esto es su debilidad, busque consultores que desde afuera le den una buena orientación.
5. Valore las opiniones de todos los miembro de su equipo al administrar, cada uno puede aportar algo interesante.
6. Busque generar un buen clima organizacional. Es decir, un ambiente proactivo, capaz de sobreponerse a cualquier dificultad. Cuando las personas se sienten valoradas, se comprometen poderosamente con el objeto social de la empresa.
7. Ofrezca y participe regularmente en capacitaciones. Premie el desempeño de las personas con este tipo de acciones, que además mejoran su hoja de vida. No escatime esfuerzo en que su público interno se sienta bien, todo ello, brindará como resultado, un mejor trabajo.
8. Sea humano. Todos tenemos problemas o dificultades. Si la empresa puede apoyar, hágalo. Eso fidelizará a los miembros de su equipo con usted y ganará una mayor lealtad.
9. Lo que prometa, cúmplalo. Nada más decepcionante para una persona, que se le prometa un beneficio por obtener grandes resultados, y que la empresa se haga de la vista gorda, cuando se trata de responder por sus comisiones.
10. Al cierre del periodo fiscal, manifieste un buen detalle a su equipo de trabajo. Una reunión en algún lugar, un almuerzo o en una celebración de navidad, regalos para sus hijos.
Podría pensar todo esto son demasiadas atenciones, pero no olvide que las empresas las hacen las personas y que, cuando los seres humanos estamos motivados, se produce más y mejor. Realmente será algo mínimo, en comparación con los grandes beneficios que aportará tener un equipo motivado y dispuesto a dar más.
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