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En el marco del Check Point Engage Bogotá, los expertos del fabricante lanzaron una advertencia tan clara como inquietante: el verdadero problema en ciberseguridad no es la inteligencia artificial maliciosa, sino el descuido sistemático de las mismas vulnerabilidades año tras año.
Y lo más preocupante es que Colombia está entre los países más atacados del mundo, con un promedio de 3.400 intentos de ataques semanales por organización, según cifras de Check Point Research. La cifra casi duplica la media mundial.
Vulnerabilidades conocidas: ¿por qué nadie las soluciona?
El 60 % de las brechas de seguridad proviene de vulnerabilidades conocidas no parchadas.
¿Por qué? Porque parchear es costoso y complejo, especialmente en sistemas legacy (aplicaciones obsoletas) que, si se tocan, pueden colapsar servicios críticos como cajeros automáticos o transacciones bancarias.
Muchas organizaciones priorizan que la aplicación funcione sobre que sea segura, afirmó Francisco Robayo, Jefe de Ingeniería de Check Point.
Y ese pensamiento a corto plazo tiene consecuencias: detección de amenazas 45 % más lenta y una respuesta tardía ante ataques cada vez más frecuentes.


La IA ya no es el futuro: es la herramienta de ataque (y defensa) de hoy
Esta tecnología emergente está siendo usada masivamente por los cibercriminales para automatizar ataques, generar malware, realizar phishing más convincente y hasta para filtrar bases de datos completas con técnicas como prompt injection.
Pero la buena noticia es que también puede ser la solución. Check Point reveló que más del 60 % de sus motores de defensa están impulsados por IA, desde sistemas que predicen URLs maliciosos hasta plataformas como Infinity AI Copilot (asistente) que permite interactuar con incidentes en lenguaje natural.
Además, con herramientas como ThreatCloud y soluciones de exposición de riesgos, la compañía ayuda a las organizaciones a detectar amenazas emergentes, identificar si sus datos están a la venta en la Dark Web y priorizar alertas críticas en tiempo real.


Check Point Engage Bogotá: Educación, regulación y visibilidad
Además de la tecnología, Check Point insiste en que la educación en ciberseguridad y la regulación gubernamental son fundamentales.
Programas como SecureAcademy, impactan a 20.000 estudiantes al año en 300 universidades (20 en Latinoamérica, 2 en Colombia), buscan cerrar la brecha de talento en la región.
En este sentido, más allá del talento humano, el otro usuario silencioso –la inteligencia artificial misma– debe ser tratado con el mismo rigor: con políticas claras, control de Shadow AI, y visibilidad sobre qué motores están usando los empleados o las aplicaciones corporativas.
La confianza digital no se negocia
En este nuevo entorno digital, donde los atacantes trabajan 24/7 y la IA cambia el juego constantemente, la prevención, la respuesta en tiempo real y el aprendizaje continuo son imperativos.
Y al final, como lo dijo Jony Fishbein, Field CISO de Check Point, hay dos tipos de empresas: las que fueron atacadas y las que no saben que ya lo fueron.
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