Table of Contents
La cuenta regresiva ya comenzó: el soporte para Windows 10 finalizará oficialmente el 14 de octubre de 2025.
Y en este orden, miles de organizaciones tendrán que tomar decisiones clave que impactarán su seguridad, eficiencia y estrategia tecnológica.
¿El dilema? Actualizar, invertir o resistir. Todo esto en un contexto donde Windows 11 exige más memoria, más espacio y, sobre todo, una visión clara del futuro IT.
Veamos a continuación cuatro claves para afrontar este cambio:
1. Mantener Windows 10… pagando por seguir
Quienes aún no están listos para saltar a Windows 11 pueden optar por continuar con Windows 10 contratando el soporte extendido (ESU) que ofrece Microsoft.
Esta solución permite recibir actualizaciones de seguridad críticas luego de la fecha límite.
Pero cuidado: es una solución temporal.
El soporte extendido tiene fecha de vencimiento también, y posponer demasiado solo aumentará los riesgos de ciberseguridad.
2. Comprar un nuevo PC: ¿con IA o sin IA?
Adquirir un equipo nuevo con Windows 11 preinstalado garantiza compatibilidad total, rendimiento mejorado y máxima seguridad desde el primer encendido.
Sin embargo, esta opción implica un gasto considerable, especialmente para empresas con presupuestos ajustados.
¿Y la gran pregunta del momento? Si el equipo debe incluir capacidades de inteligencia artificial (IA) o no.
Las PCs con IA ofrecen ventajas futuras, pero también presentan barreras: mayor inversión inicial, necesidad de hardware específico y riesgo de que lo actual quede obsoleto en pocos años.
3. Apostar por lo que ya tienes: actualiza tu equipo
Actualizar los PCs actuales puede ser la jugada más estratégica. Si el hardware cumple con los requisitos de Windows 11, mejorar la memoria RAM y añadir un buen SSD puede extender su vida útil y dar un salto en productividad.
4. No hacer nada: el riesgo más caro
Ignorar el cambio y seguir usando Windows 10 sin soporte es, sin rodeos, una mala idea. La falta de actualizaciones deja la puerta abierta a ciberataques, malware y graves problemas de cumplimiento.
Si la seguridad y la estabilidad operativa son importantes para tu organización, esta no es una opción viable.


Un nuevo capítulo más allá de Windows 10
La despedida de Windows 10 no es solo el cierre de una etapa, es la oportunidad de mejorar la infraestructura tecnológica de forma inteligente.
Ya sea que optes por actualizar equipos existentes, invertir en nuevos PCs con IA o, como recomienda Kingston, potenciar lo que ya tienes con suficiente memoria y almacenamiento rápido, lo importante es no quedarse quieto.
Así, tomar acción ahora evitará dolores de cabeza mañana y te preparará para un futuro donde la IA y la eficiencia tecnológica van de la mano.
Te invitamos a disfrutar nuestra sección IA. ¡Déjanos tus comentarios!