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La seguridad hospitalaria en Colombia atraviesa un momento crítico. Aunque la digitalización avanza en el sector salud, muchos centros médicos no están preparados para enfrentar las amenazas que vienen con ella.
Desde ciberataques que ponen en jaque la privacidad de los pacientes, hasta accesos físicos vulnerables en zonas sensibles, el panorama exige acción inmediata.
El lado invisible del riesgo: cuando la tecnología no viene con seguridad
El 60 % de los hospitales y clínicas en Colombia han sufrido ciberataques en salud, una estadística alarmante que revela las fisuras de un sistema que ha priorizado la conectividad sin blindarse adecuadamente.
La integración de sistemas clínicos, redes internas y dispositivos médicos inteligentes ha ampliado la superficie de ataque… y los delincuentes digitales lo saben.
Muchos centros de salud han implementado nuevas tecnologías sin protocolos robustos de seguridad digital, dejando sus operaciones y datos clínicos expuestos.
En algunos casos, los ataques ransomware han paralizado operaciones completas, afectando no solo la infraestructura informática, sino la vida real de pacientes y profesionales médicos.
Seguridad física: una deuda pendiente con consecuencias reales
Más allá del ciberespacio, la infraestructura crítica de los hospitales también sufre vulnerabilidades evidentes.
¿El resultado? Accesos sin control en quirófanos, laboratorios, salas de urgencias y almacenes de medicamentos.
Esta falta de protección expone a pacientes y personal a robos, agresiones o incidentes internos difíciles de manejar.
A esto se suma el deterioro o desactualización de los sistemas de videovigilancia, que en muchos casos no cumplen con los estándares actuales para monitoreo eficiente.
Las cámaras no disuaden ni alertan a tiempo, y sin un sistema moderno e integrado, las instituciones pierden una herramienta vital de prevención.
Digitalización sin blindaje: un cóctel explosivo
El ecosistema digital hospitalario está lleno de puntos vulnerables: dispositivos IoT sin seguridad, redes abiertas, control de accesos interconectado y, en general, una digitalización acelerada sin acompañamiento estratégico en ciberseguridad.
Los hospitales colombianos necesitan entender que cada equipo conectado es una posible puerta de entrada para los atacantes.
Y que proteger los datos de los pacientes es tan importante como garantizar el correcto funcionamiento de una sala de urgencias.
¿Cómo fortalecer la seguridad hospitalaria?
Para avanzar hacia entornos hospitalarios más seguros, se necesita una estrategia integral que combine tecnología de punta, gestión proactiva y formación del talento humano.
Entre las medidas clave se destacan:
- Control de acceso inteligente: limitando el ingreso a zonas críticas con identificación biométrica o tarjetas seguras.
- Modernización de videovigilancia: con cámaras de alta definición, inteligencia artificial y monitoreo constante.
- Capacitación en ciberseguridad: tanto para el personal médico como administrativo, en buenas prácticas y protocolos ante incidentes.
- Planes de contingencia claros: incluyendo respuesta ante ransomware, evacuaciones y protección de datos sensibles.
Además, es urgente una colaboración activa entre entidades públicas y privadas para elevar los estándares de seguridad y crear una cultura preventiva en todo el ecosistema de salud colombiano.
La seguridad hospitalaria es un derecho
La salud no puede darse el lujo de estar en riesgo por falta de prevención.
Cada segundo cuenta, y cada fallo —físico o digital— puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La seguridad hospitalaria debe convertirse en una prioridad nacional, respaldada por inversión, educación y tecnología confiable.
Porque proteger a quienes salvan vidas… también salva vidas.


Basado en la columna original de Juan Guillermo Fernandez, Business Development Manager Latam – Security Products, Johnson Controls
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